miércoles, 30 de octubre de 2019

Celebrando el día de las escritoras

Hemos celebrado el Día de las Escritoras (el lunes más cercano a la festividad de Teresa de Jesús) creando pequeños relatos respetando las características de la narrativa pero con la condición de que la protagonista sea una escritora.

RECURSOS: http://comoescribiruncuento.blogspot.com/p/consejos-para-escritores.html

UNA PASIÓN PERDIDA

Podría ser un día cualquiera, a no ser porque Helena no se encontraba en uno de sus mejores momentos. El año que acababa de terminar había sido bastante complicado para ella. Esta situación le estaba generando un desasosiego interior y a su vez una desmotivación que le ahogaba, no dejándola seguir adelante.

Desde el ventanal de su apartamento, podía observa toda la paleta de tonos grises y blancos en su jardín. Estaba siendo un invierno duro, las nevadas no daban tregua. Le quedaba menos de la mitad de la infusión que estaba tomando y el aroma a hierbabuena y limón envolvía todo la estancia.

- ¡Bueno¡, soltó Helena dando un salto del sofá y sacudiendo toda la melancolía y desidia que le acompañaba desde la falta de su madre.

Puso manos a la obra. Se dio una ducha rápida, se arregló el pelo y atavió con ropa de abrigo. Ya estaba dispuesta para su paseo.

- A ver si con un poco de suerte, este día es el principio de una buena historia, pensó para motivarse.

Paseando, observaba todas esa caras carentes de expresividad, ninguna le trasmitía emoción. De repente, al girar una esquina ¡ahí! está ella, pequeña con los cabellos enredados, la ropa raída, una enorme sensación de protección invadió todo su ser.

- Hola... ¿Cómo te llamas? Le preguntó con mucho tiento. No quería asustarla.

- Ana. Le contestó la niña.

Se apreciaba en la expresión de su cara la profunda mirada de una persona curtida por los reveses de la vida. Helena intuyó que no lo había tenido fácil.

-Ana, ¿te apetece un tazón de leche calentito y un trocito de bizcocho?

A Ana se le iluminó el semblante y esbozó una sonrisa de oreja a oreja, asintiendo con un gesto de cabeza.

Ya en el apartamento, Helena observaba con ternura su cara, esa mirada limpia que solo podía dar la inocencia de su corta edad.

- ¿Qué estará pesando?, se preguntaba Helena .

Mientras tomaban la leche, Helena no daba crédito a las historias que le estaba contando esa pequeña niña. Entre risa y lagrimas Helena comprendió lo importante que es una buena actitud ante las zancadillas que te pone la vida. Absorta con la conversación y sin darse cuenta se puso ha escribir en su antigua máquina, la misma que tantas buenas historias le había dado.

Ya en el silencio de la noche y al calorcito que le brindaba la lumbre de la chimenea, con la promesa de volver a encontrase al día siguiente, reflexionaba con lo que Ana había conseguido despertar otra vez, algo que pensaba no volver a sentir, la pasión y el amor por su gran compañera de viaje.
La escritura.
Sonia Ramón


FROILANA
En una época donde el papel era pergamino y el bolígrafo era pluma, nuestra ignorada escritora Froilana, que de sus venas brotaba tinta oscura como el carbón transformándose en letra y palabras, se encontraba en lúgubre y desnudo chamizo acompañada de su familia. Su única esperanza para poder sacar esta adelante era ser una persona egregia por sus fábulas. Pero la pobre novelista se encontraba en una nube gris de bloqueo imaginativo.

En una noche oscura de tormenta donde sus sueños eran desvelados por los ángeles de los cielos enfadados y sus luchas, las lágrimas de los heridos caían sobre la cabeza de Froilana, filtrándose por las brozas del tejado.
Desesperada y ya desvelada se dirigió a su mesa de trabajo y pluma en mano comenzó a escribir el título de su nueva historia. De repente comenzó a sentir presión en la garganta, le lloraban los ojos, comenzó a sentir un sabor muy amargo en la boca. Luego fue como si tuviera una cerilla prendida justo en el pecho y que el fuego se extendía, le llenaba los pulmones y la garganta hasta llegar detrás de los ojos. Al final el fuego se volvía hielo, como agujas y alfileres helados que se le clavaban por los dedos, los ojos y los brazos. Vio las estrellas y lo último que sintió fue frío. Mucho frío. Calló muerta sobre su mesa. O al menos eso pareció.

Pasaron minutos en completa oscuridad sobre su muerte pero una triste y alejada sombra comenzó a aparecer en su visión. Esta, a medida que el tiempo pasaba, se acercaba tanto que al cabo de un tiempo fue capaz de distinguir pequeñas y borrosas figuras y como si de un fantasma se tratase pudo ver por fin a ella. Pálida, vestida con viejos paños amarillos manchados, comenzó a andar y pudo descubrir que se encontraba en un camposanto en casi completa oscuridad con una espesa niebla.
Tratando de gritar, se preguntaba que si era su propia tumba sobre la que sus pies descansaban pero únicamente el sonido de lo cuervos era su respuesta. Triste y acabada comenzó a llorar pero sus lágrimas no brotaban. Ya sin fuerzas, se tumbó, cerró los ojos y sintiéndose como un simple cuerpo muerto allí se quedó.

Ni sentimientos, ni palabras le brotaban de la mente. Todo era oscuridad hasta que una misteriosa brisa se levantó arrastrando las hojas secas del camposanto, moviendo las marchitas ramas de los árboles y haciendo que las campanas del cercano sepulcro a Froilana comenzaran a sonar. Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando de repente sintió que una mano le agarra el hombro tambaleándola de manera desganada. Se quedó paralizada. Pensó que no era posible de que si había fallecido alguien más estuviera con ella, por lo que de un salto y sin miramientos se levantó, se giró y tratando de aclarar su vista vio sin entender que un hombre le estaba hablando.

Con voz fuerte, rasgada y oscura se dirigió a la algo temblorosa Froilana.


-¡Hey tranquila! No se asuste! Soy Miguel el celador de este cementerio. Vamos a cerrar.

La historia de Paca

Érase una ver una escritora llamada Enriqueta. Un día, se despertó animada y tras desayunar, se fue a escribir un relato el cual ella creía que la iba a hacer millonaria, tras sentarse frente al ordenador sufrió un bloqueo.

Pensó salir a pasear en busca de ideas para escribir su nuevo relato. Tras andar sin rumbo por el bosque, decidió pararse a almorzar justo enfrente de un lago, en el cual habitaban unas tortugas. Decidió observarlas para ver si se inspiraba. tras un buen rato, viendo que se le ocurría nada, decidió volver a casa. Pero de repente, vio una tortuga que saliendo del agua emitiendo sonidos raros, se quedó pensativa y decidió llevársela a casa.

Por el camino, fue pensando un nombre para la tortuga y eligió llamar Paca. Se dio cuenta de que no poseía comida para Paca, y bajó a una tienda de animales cercana a su casa a por un poco de comida para ella.

Finalmente se sentó en el ordenador a escribir un relato sobre cómo conoció a Paca.

Óscar, Antonio y Álex

CHISMES y COTILLEOS
Érase una vez una joven escritora de un pueblo de Zaragoza. Un pueblo con mucha naturaleza, muy luminoso por la noche y muy familiar.
Una mañana, aburrida le entró la inspiración y decidió coger un cuaderno y contar historias, pero bajo un seudónimo. Tardó más de dos meses en saber cómo llevar el libro. Al enterarse de su empresa, todo el pueblo, desde la panadera hasta el cura, pasando por el cartero y la tendera, le decía que no era capaz pero nunca los escuchó. Nadie creía en su talento.
«The Gossips», de Norman Rockwell - 1948

Un año después consiguió publicar su libro y, poco después, ser reconocida con un premio internacional por su increíble estilo y por ayudar a la gente contando sus originales historias que parecían como la vida misma. A día de hoy es conocida por escribir relatos amorosos, llenos de chismes y cotilleos, pero nadie en el pueblo se da cuenta de donde viene su inspiración.

Sandra Ibáñez
Alexia González

jueves, 24 de octubre de 2019

TEXTOS PRESCRIPTIVOS

Instrucciones para encender la luz

El primer paso es saber en qué habitación queremos entrar. Una vez que lo tengamos decidido, el segundo paso será proceder a abrir la puerta de esa habitación si así es necesario, si en caso contrario no hay puerta podremos acceder evitando este segundo paso.
Tercer paso, saber si es de día o de noche. Si es de noche y no hemos entrado nunca a esa habitación no sabremos con exactitud dónde está el interruptor pero si es de día es tan fácil como mirar a los alrededores por la pared en busca del interruptor. Si es de día enhorabuena ya habrá encontrado el interruptor pero no le será de ninguna utilidad. 
Si es de noche, siga estas instrucciones: toque la pared aproximadamente a la altura entre su cadera y su tórax y recorra todas las paredes de la habitación hasta que encuentre aquel interruptor evitando topar con muebles, marcos, percheros... Si lo encuentra, enhorabuena, solo toca tocar (últimos modelos modernos), presionar (lo más corriente y ojo con la corriente) o pellizcar (en desuso) según el modelo. Si no, posiblemente no exista y no haya siquiera luz en aquella habitación. Tamara García Vaquero

Los textos prescriptivos tienen como propósito guiar al lector, o receptor, para:
- Conseguir un objetivo.
INSTRUCTIVOS, que se componen de un conjunto de indicaciones necesarias que explican cómo se hace o funciona algo, cómo se llega a un objetivo...
EJEMPLO muy de moda: 
Cómo (cualquier verbo en infinitivo y complemento) y no morir en el intento...

Estas personas necesitan un manual...

- Regular su comportamiento o forma de actuar ante una situación o contexto determinado.
NORMATIVOS, que establecen unas reglas que ordenan y requieren que algo se haga de determinada forma, o que, por supuesto, algo no se haga en absoluto.
EJEMPLOS RAROS

Son textos que vemos en nuestra vida cotidiana y escolar: las recetas de cocina, un prospecto de un medicamento, un manual de funcionamiento de un móvil son textos instructivos; mientras el código de circulación, una ordenanza municipal, el reglamento de régimen interno del centro en el que estudias son normativos.
Excelente fuente: https://www.edu.xunta.gal/centros/cafi/aulavirtual2/pluginfile.php/25776/mod_resource/content/0/Unidad_5/Web_textos_prescriptivos/index.html

La función dominante del lenguaje es la apelativa (o conativa), pues pretenden influir en el comportamiento del receptor.

En los textos prescriptivos, se habla de qué hacer en la realidad y de cómo hacerlo, de lo que se puede hacer o no.

LA VERDAD ES QUE SUELEN SER TEXTOS ABURRIDOS, ¿quién se ha leído el manual de uso del último aparato electrónico comprado?
Predomina la función apelativa, pero algunos escritores han sabido darles un toque interesante y curioso, enfocando el texto desde la función poética, por ejemplo Julio Cortázar con sus Instrucciones u otro como el antiguo alcalde de Madrid Enrique Tierno Galván con sus bandos municipales.

CON ELLO HEMOS JUGADO, os presentamos unos textos creados con este enfoque:


RECETA PARA HALLAR LA FELICIDAD
Aquí, presento esta receta que lleva conmigo desde hace quince años. Para esta suculenta fórmula os dejo los tan ansiados ingredientes. No todas las personas los tienen a mano, aunque todos los tenemos en algún recóndito lugar de nuestro ser.
Búscalos…
INGREDIENTES:
○ Una cucharadita de transigencia. Sé transigente, descubrirás que la vida está llena de colores.
○ Una pizca de voluntad. Si quieres, puedes.
○ Una tacita de libertad. No lo dudes; eres capaz de pensar por ti mismo.
○ Dos cucharadas de optimismo. El vaso está como quieras verlo; eres el dueño de tu vaso.
○ Un litro de perdón líquido; es como mejor se realiza el combinado. Se precisa el perdón para ser libre.
○ Dos onzas de fuerza. Para que al mezclar no te rindas y consigas tu objetivo.
○ Un puñado de sonrisas. Es la mejor imagen que podemos regalar.
○ Tres litros y medio de humor. Porque sin él la felicidad sería incompleta.
○ Corazón. Lo usaras como recipiente.

Ahora que tienes todos los ingredientes principales, calienta el corazón. Ni mucho, ni poco. Esa medida justa que te hace sentir bien; es fundamental para el logro.
Ve añadiendo los componentes, notarás como los colores erizan el vello en tu piel. Al añadir los líquidos, no vaciles… mete las manos y príngate hasta los codos para hacer una mezcla a tu antojo.
Comprobarás como todo tu ser se va impregnando de una fragancia fabulosa que provocará en ti una gran alegría.
NOTA.- Puedes añadir cualquier cosa que esté llena de luz y que te haga sentir bien; solo tú puedes salir de la oscuridad. Pon color a tu vida y sé feliz.
María Raposo

INSTRUCCIONES PARA UN CORRECTO LAVADO DE LA LOZA
Empezaremos por una breve definición de “loza”, dice ser aquellos utensilios destinados a albergar los alimentos que nos comeremos y una vez acabada la comida abandonaremos rápidamente pretextando cualquier excusa (llamada urgente del trabajo aunque sea domingo, obligación repentina de ir al baño, pérdida momentánea de la visión, alergia al agua…), no vaya ser que alguna persona sin ningún ápice de cordura nos invite a fregarlos.
Para una correcta limpieza, la desdichada persona asignada a la tarea se surtirá de un buen estropajo así como de un buen producto con un alto contenido en moléculas quitagrasa que facilitará la operación. Fundamental para todo esto un chorro de agua contundente y a ser posible calentito. Con todo esto empezamos con buen humor y talante. La circunstancia lo requiere.
Primero se echará un buen chorro de jabón en el estropajo, la cantidad de jabón requerida dependerá de la experiencia de la persona afanada. Acto seguido se cogerá el plato, vaso o cubierto y se frotará con energía insistiendo en aquello que se vea muy sucio (queso fundido y quemado en un plato de cerámica china, granitos de arroz escondidos entre los dientes de un tenedor, restos de vino tinto, café y azúcar pegados en el fondo del vaso de tubo, etc.),  para después sumergirlo debajo de ese chorro de agua calentita y aclararlo. Este proceso se repetirá tantas veces como platos, vasos y cubiertos haya, esperemos que pocos sobre todo por el bien del inocente que han pillado para fregarlos.
ADVERTENCIAS: el uso del producto mencionado es solo para la limpieza de la loza.
RECOMENDACIÓN: evite organizar cumpleaños, meriendas o comidas dominicales con toda la familia si no compre un lavavajillas.
Sonia Ramón
¿A quién le toca?

jueves, 3 de octubre de 2019